Ingredientes:
1 paquete de pasta filo
200 gr de dátiles
200 gr de nueces peladas
media cucharadita de canela molida
media cucharadita de jengibre molido
media cucharadita de nuez moscada
125 gr de azúcar glass
125 gr de azúcar glass
150 gr de mantequilla
Trituramos los frutos secos (pueden ser otros: almendra, pistacho...) con el azúcar glass y las especias (los dátiles no quedan totalmente triturados sino que quedan trozos grandes que van genial porque así encontraremos trozos).
Ponemos la mantequilla a fundir al micro un minuto.
En una bandeja tipo lasañera, untada con mantequilla, ponemos una hoja de pasta filo y pincelamos con mantequilla. Encima ponemos otra hoja y de nuevo pincelamos con mantequilla. Así hasta tener 4 capas de filo (a mi cada hoja me ha dado para dos capas). Cuando tenemos las cuatro capas, ponemos un cuarto de la mezcla de frutos secos. Volvemos a repetir el paso de las 4 capas de filo + frutos secos.... En total tendremos 4 capas (de 4 hojas) y 4 capas de frutos secos. Acabamos con la pasta filo. Pincelamos de mantequilla y llevamos al horno precalentado a 180º hasta que esté crujiente y dorado.
Mientras, hacemos un almíbar con 250 gr de azúcar + 250 gr de agua + una rodaja de limón + 2 clavos de olor. Dejamos templar y añadimos una cucharada de agua de azahar. Con este jarabe, rociamos todo el baklava, tapamos con papel de aluminio y llevamos al frigo hasta el día siguiente.Al día siguiente, retiramos el exceso de almíbar si es que lo hubiera y podemos cortar en porciones. 
Como me han sobrado muchas hojas de filo, he hecho un invento en la misma línea.
Están ríquisimos!