El domingo pasado, tocaba calçotada en la torre de mis suegros. Joan y yo, nos encargamos del postre. Algo no demasiado complicado pero muy vistoso y bueno. Teníamos una base de bizcocho ya hecha, del Dia. Luego el secreto era hacerla bien apetitosa. Joan puso en un cazo, fresas cortadas a trocitos, agua y azúcar. Después de un buen rato, teníamos como una especie de mermelada-sirope-jarabe de fresa, con trocitos, exquisito!. Con esta preparación, untamos una de las capas del bizcocho. La segunda capa la untamos con crema pastelera. Luego pusimos la última capa, lo cubrimos con chocolate blanco de cobertura y lo decoramos con algún trozo de fresa caramelizada. Con los merenguitos que compramos en Londres, rematamos la faena. El resultado: una tarta de fresas y crema exquisita!
No hay comentarios:
Publicar un comentario